lunes, 6 de mayo de 2013

VIRGINIA WOOLF, UNA HABITACIÓN PROPIA


VIRGINIA WOOLF

Adeline Virginia Woolf fue una novelista, ensayista, escritora de cartas, editora, feminista y escritora de cuentos británica.

Woolf está considerada una de las grandes renovadoras del idioma inglés.

Nació en Londres en 1882 en el seno de una familia culta y aristocrática y creció en un ambiente frecuentado por literatos, artistas e intelectuales.


En su familia había hijos de tres matrimonios pues sus padres, que eran viudos, aportaron al casarse hijos de sus anteriores uniones.

A lo largo de su vida, Woolf se vio acosada por periódicas depresiones y enfermedades asociadas.


Estos cambios de humor estuvieron también influidos por los abusos deshonestos que ella y su hermana Vanessa padecieron a manos de sus medio hermanos George y Gerald Duckworth.

Aunque esta inestabilidad a menudo influyó en su vida social, su productividad literaria continuó con pocas interrupciones hasta su suicidio.

Está considerada como una de las más destacadas figuras del Modernismo literario del siglo XX.



EL CÍRCULO DE BLOOMSBURY

Su casa en el barrio de Bloomsbury se convirtió en centro de reunión de antiguos compañeros universitarios de su hermano mayor, entre los que figuraban intelectuales de la talla del escritor E. M. Forster, el economista J. M. Keynes y los filósofos Bertrand Russell y Ludwig Wittgenstein, y que sería conocido como el Grupo de Bloomsbury.



En el año 1912, Virginia contrajo matrimonio con el economista y ensayista político Leonard Woolf, miembro también de dicho grupo.


UNA HABITACIÓN PROPIA


Fue redescubierta por la crítica feminista durante la década de los 70, gracias a su ensayo, Una habitación propia, escrito en 1929. 

Este largo ensayo es uno de los textos más citados del movimiento feminista, que expone las dificultades de las mujeres para consagrarse a la escritura en un mundo dominado por los hombres.


Considera que las escritoras e intelectuales tienen que afrontar muchos problemas porque los hombres tienen un poder legal y económico desproporcionado, y aborda el futuro de las mujeres en la educación y la sociedad.

El origen de este ensayo es el siguiente: en 1928 a Virginia Woolf le propusieron dar una serie de charlas sobre el tema de la mujer y la novela.


Planteó la cuestión desde un punto de vista realista, valiente y muy particular. 
Realizó una pregunta: ¿qué necesitan las mujeres para escribir buenas novelas? 
Y dio una única respuesta: independencia económica y personal, es decir, una habitación propia.


Sólo hacía nueve años que se le había concedido el voto a la mujer y aún quedaba mucho camino por recorrer.

El tema de la condición femenina y la enajenación de la mujer en la sociedad no ha perdido ni un ápice de actualidad. 



EL ENGAÑO DEL DREADNOUGHT



El engaño del Dreadnought fue una broma ideada en 1910 por el grupo de Bloomsbury. 

Virginia Woolf y sus amigos se disfrazaron de príncipes abisinios y se presentaron en el puerto inglés de Dorset a fin realizar una supuesta “visita oficial” al famoso acorazado Dreadnought. 

Con los rostros oscurecidos con tintura y disfrazados con  vistosos trajes y turbantes, se hicieron recibir por las autoridades navales quienes los escoltaron en su visita y homenajearon con una guardia de honor.

Los “príncipes” se comunicaban entre ellos en una suerte de lengua en la que se mezclaban palabras griegas y latinas y lanzaba, cada vez que algo les sorprendía, la exclamación supuestamente africana “¡Bunga, bunga!”. 
Fueron los mismos bromistas quienes, días más tarde, se ocuparon de desenmascarar la chanza en el Daily Mirror, acompañando la crónica de su visita al Dreadnought con fotografías del evento. 
Algunos comentaristas criticaron la conducta del grupo haciendo notar lo ofensivo que esto fue para las autoridades navales británicas.



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